Aumenta la posibilidad de reducir el sexismo en el uso de anticonceptivos con la llegada de propuestas nuevas como la introducción de la píldora anticonceptiva en el mercado recientemente experimentada en laboratorios con ratones.
En el inicio a la vida sexual, sobre todo las personas adolescentes, necesitan información sobre cómo prevenir embarazos no deseados o el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
En el caso de parejas de larga duración, se suelen plantear métodos anticonceptivos alternativos al preservativo como es el caso de la píldora, entre otras.
Sin embargo, los fármacos son a veces rechazados por numerosas parejas ya que pueden provocar efectos secundarios indeseables. Estas pastillas pueden causar la coagulación de la sangre y consecuentemente una tromboembolia (obstrucción del flujo sanguíneo).
Según explica un ginecólogo es el estrógeno, uno de los dos componentes de la pastilla anticonceptiva (el otro es la progestina) el causante. Pero siempre y cuando se cumpla con otras precondiciones. Por ejemplo, padecer obesidad, tabaquismo o tener familiares con antecedentes de cáncer. Las mujeres saludables e incluso las adolescentes pueden usar las pastillas anticonceptivas sin riesgo.
Fue el caso de un chico de 26 años, que quiso asumir parte de la responsabilidad con respecto a la planificación familiar y no dejar que fuese sólo su pareja, en este caso una mujer, quien tuviera que hormonarse, de los pocos hoy por hoy a pesar de ir en aumento, los que tuvieron curiosidad por conocer la existencia de una píldora anticonceptiva indicada para hombres. No tenía inconveniente en tomarla, pero la píldora aún no se encuentra en el mercado.
La creación de esta pastilla ha sido uno de los retos mayores de la ciencia, aunque sin demasiados éxitos por el momento, al igual que en la creación de una inyección o parche masculino.
En diciembre se conoció un estudio en una universidad australiana donde experimentaron con ratones dentro de un laboratorio sobre el efecto de bloquear las proteínas que permiten el avance del esperma en la eyaculación, en vez de continuar con la clásica estrategia de inhibir la producción de espermatozoides mediante hormonas. A pesar de haber encontrado resultados positivos, pasarán aún varios años hasta que pueda probarse en humanos.
Lo cierto es que La Organización Mundial de la Salud reconoce el uso de 12 métodos anticonceptivos de los cuales apenas dos son para hombres: el condón y la vasectomía.
Los experimentos para obtener un anticonceptivo para hombres son desechados porque causan efectos secundarios. Y no se aplica la misma lógica a las mujeres, que sí deben soportarlos. Esta podría ser una evidencia de que la brecha es fruto del machismo dentro de la estructura que constituye el ámbito científico.
Hay expertas que han señalado la existencia de un factor biológico que sí ha dificultado el desarrollo de un anticonceptivo masculino. Una mujer produce un óvulo por mes y aproximadamente 500 en toda su vida fértil. Un hombre, en cambio, en cada eyaculación elimina de 100 a 300 millones de espermatozoides. Es más fácil, farmacológicamente hablando, inhibir al ovario, que esa cantidad de espermatozoides.
Independientemente de las opciones que existan, es responsabilidad de todas las personas que quieran mantener relaciones sexuales, preocuparse por todas las opciones de planificación posibles. Se trata de pasos sencillos. Primero, acudir a un/a ginecólogo/a para tener una orientación. Luego, practicarse exámenes si así ha sido recomendado por la persona experta, que permitan conocer el estado de salud de cada persona. Las/los profesionales ofrecen información para el bienestar común además de dar confianza para aconsejar el método que más se ajuste a las necesidades de la pareja.
En este aspecto, advierten ya algunas obstetras de centros médicos de orientación y planificación, que la realidad social ha cambiado puesto que hoy día son más los hombres que se acercan a consulta en vez de sólo mujeres como se ha hecho tradicionalmente. Afirma que además, ha notado mayor curiosidad por los métodos anticonceptivos masculinos.
La política pública que promueve el acceso a información exhaustiva sobre sexualidad sin tabúes ha influido en este cambio, así como la guía en casa, el colegio y el acceso a información a través de Internet. Hay un cambio social positivo en este aspecto. Aunque aún se concentra en las grandes ciudades del país y en un sector que, en términos generales, está vinculado a procesos sociales, educativos, intelectuales. Mientras en el sector rural o en el indígena, por citar un caso, la realidad es otra.
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